Protección jurídica del software
El software, programas y aplicaciones móviles además de ser un elemento indispensable en el día a día de muchas empresas y personas es, en otras ocasiones, el elemento esencial de proyectos de emprendedores y de start-ups de base completamente tecnológica. Es por ese motivo que conocer los elementos para la protección jurídica del software no solamente ahorra problemas legales para los emprendedores y desarrolladores, sino que a la práctica puede suponer el ahorro de dinero.
¿Dónde se regula la protección jurídica del software?
A diferencia de lo que ocurre en los Estados Unidos, en España la protección jurídica del software no se realiza mediante el registro de una patente, sino que su protección está basada en la Ley de Propiedad Intelectual, concretamente en los arts. 95 a 104. El hecho de que encuentre su protección dentro de la regulación en materia de propiedad intelectual, tiene como primera consecuencia que para la protección jurídica del software la inscripción en el registro no es nunca obligatoria, aunque sí recomendable. Resulta por tanto importante destacar que desde el momento en que el software ha sido creado, el autor o autores, poseen derechos sobre el mismo, no siendo necesario ningún requisito adicional más.
¿Qué está protegido?
La protección jurídica del software como tal se amplía, no solamente a las instrucciones técnicas que lo configuran (código fuente), sino también a toda la documentación previa necesaria para el desarrollo así como los manuales de usuario y a las sucesivas versiones del software. Cabe también destacar, que en la protección en ningún caso se incluyen las ideas y principios sobre los que se basa el software, consecuencia lógica de considerar el software como una obra de propiedad intelectual.
Es por ese motivo que cualquier emprendedor que esté en la fase previa de desarrollo y que necesite o desee compartir su idea con terceros (posibles inversores, business angels, etc…) deberá asegurarse la firma de un acuerdo de confidencialidad a efectos que dichos terceros no hagan un uso no deseado de la idea que les transmita.
¿De quién son los derechos?
En el caso que el software haya sido creado por múltiples desarrolladores, los derechos corresponderán a todos ellos en el porcentaje que éstos pacten y en el caso que el software haya sido creado bajo la dirección de una empresa, los derechos corresponderán a quien edite y divulgue el software en su nombre. Finalmente cabe también señalar que los derechos del software desarrollado por personal laboral corresponderá, salvo pacto en contrario, al empresario.
¿Qué derechos como autor están incluidos en la protección jurídica del software?
Cualquier autor de un software gozará de los siguientes derechos solamente por el hecho de haberlo creado:
– La reproducción total o parcial del software, esto es el derecho a prohibir que el mismo sea por ejemplo grabado en soportes tipo CD o similares.
– La traducción, adaptación, arreglo o cualquier otro acto de transformación sobre el software.
– El derecho de distribución pública del software, es decir a la venta o entrega de los soportes previamente grabados.
Cualquier autor de un software tiene derecho a prohibir a cualquier tercero que realice cualquiera de los actos anteriores sin su consentimiento.
He desarrollado un software ¿qué hago para protegerlo?
Aun considerando, como ya se ha dicho, que los derechos sobre el software nacen con su creación y no con su registro, es más que recomendable proceder a la inscripción del mismo en el Registro de Propiedad Intelectual a efectos de disponer de una prueba de titularidad para el caso que un tercero vulnere alguno de los derechos de exclusiva sobre el software. Una solución alternativa o complementaria a dicha inscripción es la realización de un depósito del software ante un notario.
Así mismo resulta recomendable implementar medidas técnicas que protejan el software de usos no autorizados y ello no únicamente por qué esto dificulta la vulneración de derechos sino por qué disponer de mecanismos para saltárselos también está perseguido por las leyes de propiedad intelectual.
Analizar en consecuencia, las medidas a tomar para la protección de un software antes de su lanzamiento, es una buena práctica para emprendedores y empresas en general, ya que mediante una inversión relativamente baja, puede evitar el ahorro de disgustos y dinero en el futuro.
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